Éste es el caso de la primera parte de nuestra dramatización, en la que se denunciaba que una niña había pegado a otra aparentemente por ser de otra cultura. En esta parte yo no actué debido a que me parecía que al ser una madre cualquiera no tenía demasiado que objetar; así que me dispuse sobre todo a observar lo que allí ocurrió.
He de decir que me gustó mucho como mis compañeros se metieron en el papel que representaban, sobre todo las compañeras que representaban la alumna y la madre de otras culturas, las cuales habían traido hasta sus correspondientes pañuelos para ponerselos en la cabeza. Además el papel de alumna agredida fue muy bien interpretado ya no sólo por esto, sino porque nos hacía ver las consecuencias que tenía para ella este problema con su actitud: estaba callada, mirando al suelo....
También observé que ningún profesor dijo haber visto o escuchado por otros situación de maltrato alguna, no sé si esto sería verdad o quizás no querían involucrarse demasiado.En general, la primera parte de la dramatización fue buena, aunque quizás para mí hubiese dispuesto más horas de charla con la alumna agresora y también con la alumna agredida, ya que planteaba un problema muy serio: no quería ir a la esuela por miedo.
Educación para la ciudadanía y Los Derechos Humanos es el nombre de una asignatura diseñada para el último ciclo de la Educación Primaria y toda la Secundaria en España por el Parlamento Español (viene fijada por la Ley Orgánica de Educación de España), y que consiste en la enseñanza de los valores democráticos y constitucionales.
Esto era el objeto de la segunda parte de nuestra dramatización. En este momento, casi todos los allí presentes dimos nuestras opiniones, rebatiendo al otro y argumentando la nuestra. Yo, por mi papel que representaba, me sentí un poco agobiada, debido a que cada vez que daba mi punto de vista todo el mundo me miraba y tendía a contestarme. Comprendo que era una dramatización, pero me hubiese gustado rebatir mi postura, me hubiese sentido más cómoda. Aún así la segunda parte para mi gusto fue mejor ya que hablamos casi todos y se produjo un diálogo más abierto.
En general, me gustó mucho la dramatización, a pesar de que nunca había hecho ninguna. Creo que lo dificíl de esto es representar una postura o un papel que no te gusta, pero también hay radica lo importante.
Aunque el diálogo era fluido y participamos casi todos, hubo algunas personas que no participaron, no sé si por verguenza o porqué razón. Por último decir que tras la dramatización pienso que debíamos haber argumentado nuestras verdaderas opiniones y no continuar con nuestro personaje, para que así los compañeros se enterasen de como pensabamos realmente.
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