Un desarrollo armónico de la educación a diferentes niveles no es posible, o en todo caso dejaría mucho que desear, si no se observa con el máximo rigor los principios democráticos. En nuestros días existe la aceptación generalizada de que la educación, los derechos humanos y el desarrollo en todas sus posibles dimensiones son elementos indisociables no ya sólo para la consolidación de un estado pleno de derecho, con sus disposiciones y normas legales, sino también para el goce de la dicha y el bienestar de los seres humanos mediante la participación equilibrada y justa de los bienes materiales (economía), culturales y espirituales. A esto se le suele llamar justicia social.No obstante, no siempre los intereses de la mayoría coincidieron con aquellos que detentaban el poder. Estas situaciones generarom enfrentamientos violentos, revoluciones cruentas, persecuciones, etc..., amén de múltiples estados de postración colectiva y de odios entre las personas que fueron víctimas. Hoy se puede afirmar que el mayor o menor progreso que los humanos han experiementado es consecuencia de una permanente búsqueda de justicia, a través de una distribución equitativa de todos los bienes. A nadie se le escapa que en este difícil progreso la economía y las grandes creencias (sobre todo las religiosas) han jugado un papel importante y no precisamente siempre a favor de los desposeídos. Entre esos bienes que no se repartían por igual (tampoco afirmo que hoy se reparta) nos encontamos con el de la educación.
Lo que se quiere es un sitema educativo del que todos participemos. Para ello, la educación necesita la democracia del pueblo y nunca instituciones que predispongan sus pensamientos y valores, sin la opinión de los ciudadanos. Por ello, por que aveces no se repetan los deseos y las opiniones de los ciudadanos, el ciberactivismo se encuentra hoy más que nunca presente en nuestras vidas.
El ciberactivismo es una estrategia para formar coaliciones temporales de personas que, utilizando herramientas de esa red, generan masa critica suficiente de información y debate para que este debate transcienda a la blogsfera y salga a la calle o se modifique de forma perceptible el comportamiento de un número amplio de personas. Así, gracias a esta estrategia el pueblo consigue que se oiga su voz, y que al menos ponga de manifiesto su modo de pensar. Además con ello se lucha por las creencias de cada individuo, independientemente de que al final se consiga o no modificar la realidad.
La educación, la paz, derechos humanos, política... cualquier injustia es objeto del ciberactivismo.
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